Usted puede sanar su vida. Louse L. Hay

Todas mis relaciones son armoniosas

En la vida todo son relaciones. Las relaciones que usted tiene con los objetos, la comida, el tiempo, el transporte y las personas son, todas, reflejos de la relación que tiene con usted mismo. Y la relación que tiene con usted mismo está sumamente influida por las relaciones que tuvo con los adultos que lo rodeaban cuando era niño. La forma en que, cuando éramos pequeños, los adultos racionaron ante nosotros con frecuencia, es la forma en que ahora nosotros mismos reaccionamos, tanto positiva como negativamente.
Piense un momento en las palabras que usa cuando se regaña ¿no son las mismas que usaban sus padres cuando lo regañaban? 
¿Y qué palabras usaban sus padres cuando lo elogiaban? Estoy segura de que son las mismas que usa usted para elogiarse. Todas las relaciones importantes que tenemos son un reflejo de la que tuvimos con uno de nuestros padres. Mientras que no depuremos aquella primera relación, jamás estaremos en libertad de crear exactamente lo que queremos en las que tenemos ahora. 

Si su cónyuge es renegón e indiferente, examine sus creencias infantiles 
¿alguno de sus padres era regañón e indiferente? 
¿Es usted así? Si su hijo cuyos hábitos le irritan, le garantizo que esos hábitos son los suyos. Los niños solo aprenden por imitación de los adultos que hay a su alrededor. Cambie usted sus hábitos, y vera como su hijo cambia automáticamente. 

¿Cómo se atrae el amor?
El amor no está nunca afuera; lo llevamos dentro. 

¿Qué clase de amor quiere atraer? Haga una lista de cualidades que le gustaría que hubiera en sus relaciones y cultívelas en usted. Siéntase abierto y receptivo ante el amor.

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