¿No sería fabuloso que pudiéramos simplemente acallar
todo ese parloteo negativo y aprovechar el impulso de nuestros pensamientos
positivos?
La mayoría de nosotros
estamos tan acostumbrados a escuchar ese ruido como parte de nuestra conciencia
que no nos damos cuenta del papel que esa vocecita juega en nuestras vidas y,
por lo tanto, somos incapaces de poner distancia y observarla con objetividad.
El cd de alguien empieza a
reproducirse automáticamente y una serie de respuestas relacionadas con
recuerdos o con experiencias del pasado comienzan a dictar el presente y el
futuro.
El problema es que esas respuestas se forjaron en el pasado y,
posiblemente, hoy sean inapropiadas. Es lo que ocurre cuando no se controla a
la vocecita.
Hay muchas cosas que despiertan respuestas automáticas y a menudo
emocionales. Aprender a evitar que se reproduzca automáticamente y a reencausar
tus pensamientos de una manera positiva y adecuada es lo mejor.
“Las personas que están dispuestas a mirar hacia adentro y cuestionar, a
indagar sobre sus motivaciones, a cuestionar su pasado, a evaluar lo que son, e
incluso a cuestionar sus ideas más arraigadas, son las que pueden alcanzar la
grandeza”
La disposición a mirar hacia
adentro y a cuestionar nuestras ideas nos vuelve responsables de nuestro, nos
permite evitar pensamientos debilitantes como la negación, la culpa, la justificación
o la ignorancia.
No solo nos vuelve responsables al 100 por
ciento de nosotros mismos y de nuestros resultados, sino también del mundo que
nos rodea.
Comentarios
Publicar un comentario