La vaca. Camilo Cruz


Cómo deshacernos de nuestras vacas

Empecemos por entender que las vacas no existen en la realidad y solo están en nuestra mente. Tus vacas son creencias que albergas en tu cerebro. Pero las creencias no son hechos reales y concretos.
Así una gran mayoría de las personas crea, que algo no puede hacerse. Recuerda que por muchos años los seres humanos creían que la tierra era plana. Así que no confundas las creencias con los hechos.

Examinemos estas tres áreas: las circunstancias, las limitaciones físicas y las demás personas.

Las circunstancias: los problemas y las circunstancias difíciles se encargan de revelarnos y mostrarnos nuestro verdadero yo. Es ahí cuando descubrimos quienes realmente somos. La lección es simple; o te conviertes en la victima de las circunstancias adversas que puedas estar enfrentando o triunfas a pesar de ellas. ¡Es tu decisión!

Las limitaciones físicas: Los atletas escuchan de los llamados “expertos” una multitud de razones que respaldan ciertas proezas inalcanzables como imposibles de realizar para un ser humano. Sin embargo cuando un atleta supero el mito de lo imposible, muchos atletas más registraron marcas por encima de lo impuesto.
Era una barrera mental más que una imposibilidad física. Todos tenemos muchas de estas barreras mentales. Lo único que necesitas es identificar las falsas creencias que han venido limitando tu vida y te permitan utilizar el poder que ya reside dentro de ti.

Las demás personas: Si piensas que lo que te está deteniendo para utilizar el máximo de tu potencial o alcanzar tus metas es otra persona, estas equivocado. Es indudable que las demás personas juegan un papel, en ocasiones trascendental, en nuestros éxitos o nuestros fracasos. No obstante, ellos no son la fuente de nuestras limitaciones.


 Lo cierto es que las otras personas no son nunca nuestras vacas. Cuando hablo de matar la vaca, me refiero a eliminar una excusa, cambiar un habito, modificar un patrón de pensamiento o establecer un nuevo comportamiento en nuestra vida. Recuerda la única persona a la que puedes cambiar es a ti mismo. 

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