Tus creencias determinan tus expectativas
Todas ellas son maneras de engañarnos a nosotros mismos, haciéndonos
creer que no tenemos ningún problema o que si lo tenemos, es algo menor. La
mayoría de estas excusas están relacionadas con nuestra incapacidad para
deshacernos de malos hábitos como fumar, el alcoholismo, la drogadicción o
comer compulsivamente.
5.- Las vacas de la impotencia
- Lo que sucede es que yo nunca he sido bueno para eso
- Seguramente el éxito no es para todo el mundo
- Lamentablemente, mi gordura es un problema genético. No hay nada
que yo pueda hacer.
- Lo que uno no aprende de pequeño es muy difícil aprenderlo de
grande
- Mi problema es que soy muy tímida. Creo que esto es de familia ya
que mi madre también era así.
La gran mayoría de las limitaciones que creemos tener son ideas absurdas
acerca de nuestras propias habilidades. No aceptes ninguna limitación
sin cuestionarla. La única manera en que podemos aprender y ganar
experiencia es haciendo las cosas.
6.- Las vacas filosofales
- Si Dios quiere que triunfe, El me mostrara el camino. Hay que
esperar con paciencia.
- Que se puede hacer, unos nacieron con buena estrella y otros
nacimos estrellados
- El problema en esta empresa es que no es lo que uno sepa sino a
quien conozca uno. Y yo sé mucho pero no conozco a nadie
- El rico siempre es más rico y el pobre siempre es más pobre
- Lo importante no es ganar sino competir
Esta vaca tiene rasgos nobles. El mayor problema con este tipo de ideas
es que una vez que las aceptamos pronto tendemos a adoptarlas en otras áreas.
Además, antes de apurarnos a adoptar un nuevo principio, debemos considerar la
fuente. ¿Quién crees tú que fue la primera persona que
utilizo el último refrán? Supongo que un perdedor. Sin lugar a dudas,
esta idea es un monumento a la mediocridad. “limita el esfuerzo y espíritu de
lucha”. Cambia de estrategia y has lo necesario para lograr los
objetivos que se ha propuesto.
7.- Las vacas del autoengaño
- El día que decida dejar de fumar, lo dejo sin ningún problema. Lo
que pasa es que no he querido
- No es que a mí me guste dejar todo para el último minuto, lo que sucede
es que yo trabajo mejor bajo presión
- Yo no soy gordo, simplemente soy de contextura gruesa
- ¿Cuál alcoholismo? Son solo unos tragos de vez en
cuando
Decide eliminar esa vaca, ningún de esas justificaciones
lograra hacerte sentir mejor.
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