La vaca. Camilo cruz


Cuando nuestras vacas son obsequios

Muchas de las vacas que nos atan a una vida de mediocridad nos fueron obsequiadas por otros. Con frecuencia somos víctimas de las influencias negativas de otras personas. Aceptamos su programación negativa sin cuestionamientos. 

Al hacer esto, permitimos que siembren en nuestra mente falsas creencias que nos limitan física, emocional e intelectualmente. Estas ideas que han sido programadas por nuestros padres, profesores, familiares, amigos e inclusive por perfectos desconocidos, terminan por hacernos creer que somos personas comunes y corrientes. Y  por ello hoy nos resulta difícil creer que poseemos el potencial necesario para triunfar y alcanzar grandes metas.

Es igualmente devastador permitir que las experiencias negativas del pasado dictaminen nuestro futuro. Por supuesto que es importante aprender de nuestros errores, pero no debemos permitir que los fracasos y las caídas del pasado cierren para siempre las puertas de la oportunidad de éxitos futuros.

Recuerda que el éxito es el resultado de las buenas decisiones. Las buenas decisiones son el resultado de la experiencia y la experiencia es el resultado de las pobres decisiones. 
Todo esto es parte del proceso. La clave del éxito es no darte por vencido.

Tu futuro no tiene que ser igual a tu pasado. Siempre podemos aprender, mejorar y crecer. Todos tenemos la capacidad de darle un vuelco total a nuestras vidas en cualquier momento. 

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