Tus zonas erroneas. Dr Wayne W. Dyer


El primer amor

El estar enamorado, el poder dar y recibir, todas esas cosas empiezan con un ser que es capaz de amarse totalmente a sí mismo. El amor a los demás está relacionado con el amor que te tienes a ti mismo.
Cuando reconoces lo que vales y lo bueno que eres, no tendrás necesidad de que los demás apoyen y refuercen tu valor, si estás seguro de ti mismo y tienes confianza en lo que piensas, no querrás ni necesitarás que los demás sean como tú, respetarás su individualidad ya que son precisamente esos rasgos que los diferencian y hacen que sean lo que son.  

Si tu ser no vale nada o no es amado por ti, entonces es imposible dar ¿Cómo puedes dar amor si no vales nada? ¿Qué valor tendría tu amor? Y si no puedes dar amor, tampoco puedes recibirlo, después de todo ¿Qué valor puede tener el amor que se le da a una persona que no vale nada?

Puedes desafiar todos tus sentimientos de acuerdo a tu habilidad de amarte a ti mismo, odiarte a ti mismo solo te llevará a inmovilizarte y a perjudicarte.
 Que la equivocación o el error te sirvan de lección; no lo asocies con tu estima o autovaloración, no confundas nunca tu propio valor (que es un valor dado) con tu comportamiento o con el comportamiento de los demás hacia tu persona. 
El lograr dar y recibir amor eficazmente empieza en casa ósea por uno mismo, con el propósito de terminar con todo los comportamientos que se han convertido en una costumbre y en una manera de vivir.

Una pregunta ¿Te gustas a ti mismo?




  

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