Seis pasos para el dominio emocional
Seis pasos para el dominio
emocional, cada vez que siento una emoción dolorosa, puedo dar seis pasos para
romper con rapidez esas pautas limitadoras, situarme en una posición que me permita aprender la lección para el
futuro y eliminar rápidamente el dolor que produce. Revisemos brevemente esos
seis pasos para el dominio emocional.
Pasó uno: Identifique lo que está
sintiendo realmente.- la gente se siente con frecuencia tan sobrecargada que ni
siquiera sabe lo que le pasa. Lo único que sabe es que está siendo atacada por
todas esas emociones y sentimientos negativos. En lugar de sentirse
sobrecargado, deténgase por un momento y pregúntese ¿Qué estoy sintiendo ahora
realmente?
Paso dos: Reconozca y aprecie sus
emociones, sabiendo que estas le apoyan.- agradezca el hecho de que haya una
parte de su cerebro que le envía una señal de apoyo, una llamada a la acción
para efectuar un cambio, ya sea en su percepción de algún aspecto de su vida o
en sus acciones.
Pasó tres: Tenga curiosidad por
el mensaje que le ofrece esta emoción.- sentir curiosidad le ayuda a dominar su
emoción, a solucionar el desafío y evita que el mismo problema vuelva a surgir
en el futuro. ¿Qué necesita hacer ahora mismo para mejorar las cosas?
Pasó cuatro: Obtenga confianza en
sí mismo.- la forma más rápida, sencilla y poderosa que conozco de
manejar cualquier emoción consiste en recordar algún otro momento en que haya
experimentado una emoción similar, y darse cuenta que entonces logro manejar
esta emoción con éxito. Puesto que la controlo en el pasado, seguramente podrá
volver a hacerlo hoy.
Pasó cinco: Asegúrese de que
puede manejar esto no solo hoy, sino también en el futuro.- una forma de
conseguirlo es recordar la forma en que manejo la situación en el pasado, y
ensayar el manejo de situaciones similares cuando esta señal para la acción
vuelva a presentarse en el futuro.
Pasó seis: Anímese y emprenda la
acción.- Déjese animar por el hecho de que puede manejar esta emoción con
facilidad y emprenda alguna acción inmediata para demostrarlo.
Recuerde que el mejor momento
para manejar una emoción es aquel en el que empiece a sentirla. Resulta mucho
más difícil interrumpir una pauta emocional una vez que esta se ha puesto en
marcha. Por ello “Maté al monstruo cuando todavía es pequeño”.
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